Mar. 2020 – 2022

En esta serie de nueve cautivadoras fotografías, se invita a sumergirse en el fascinante mundo del mar capturado en blanco y negro. Cada imagen es una ventana a un universo en constante movimiento, donde el mar es el eterno protagonista y las olas se convierten en una sinfonía de textura y emoción.

Las rocas, desgastadas por siglos de embates del océano, se alzan como testigos silenciosos de la danza perpetua de las olas. Con la técnica de larga exposición, las olas rompiendo contra las rocas se convierten en una sinfonía visual, una coreografía de espuma y seda que se despliega ante nuestros ojos.

El blanco y negro de estas imágenes agrega un elemento de atemporalidad y dramatismo a la escena marina. Cada fotografía es un recordatorio de la fuerza inquebrantable del mar y la belleza efímera de cada ola que se estrella y se desvanece.

Desde las costas batidas por el viento hasta las playas de arena suave, cada imagen es un viaje sensorial a través de los matices y la textura del mar. La simplicidad del blanco y negro resalta la elegancia de la naturaleza en su estado más puro y poderoso.

Estas fotografías quieren invitar a experimentar la conexión única que se encuentra en la orilla del mar, donde el choque constante de las olas contra las rocas nos recuerda la magnificencia y la energía de la vida en la costa. Cada ola es una obra maestra efímera, y estas imágenes son un tributo a su belleza en movimiento constante.